Jeremías 18: 1-9
18 La palabra del Señor
vino a mí, Jeremías, y me dijo:
2 «Levántate y ve a la
casa del alfarero. Allí te daré un mensaje.»
3 Yo me dirigí a la casa
del alfarero, y lo encontré trabajando sobre el torno.4 La vasija de barro que
él hacía se deshizo en su mano, así que él volvió a hacer otra vasija, tal y
como él quería hacerla. 5 Entonces la palabra del
Señor vino a mí, y me dijo:
6 «Casa de Israel, ¿acaso
no puedo yo hacer con ustedes lo mismo que hace este alfarero? Ustedes, casa de
Israel, son en mi mano como el barro en la mano del alfarero.
—Palabra del Señor.
7 »En cualquier momento
puedo decir, de algún pueblo o reino, que lo voy a arrancar, derribar, o
destruir. 8 Pero si ese pueblo o
reino se aparta de su maldad, contra la cual hablé, yo desistiré del daño que
había pensado hacerles.
9 »En cualquier momento
puedo también decir, de algún pueblo o reino, que lo voy a edificar y
plantar. 10 Pero si ese pueblo o
reino hace lo malo ante mis ojos, y no me obedece, yo dejaré de hacerles el
bien que había pensado hacerles.
Muchos de nosotros hemos visto
e incluso alguna vez hemos experimentado lo que es trabajar con barro o
arcilla. Mis Hijos en muchas ocasiones han realizado tazas, copas, muñecos o
tazones con masa para moldear, y ellos se sienten tan orgullosos, tan llenos de
alegría cuando realizan alguna manualidad conforme a lo que ellos querían, y si
en algún momento no les gusta cómo va quedando la destruyen y la vuelven hacer.
Yo como papá los incentivo a realizar más creaciones para motivar su
creatividad y me siento muy feliz cuando me dan esos regalos que solo los niños
pueden ofrecer.
Dios quiere hacer con nosotros
de forma semejante lo que hace un alfarero, veamos en esta enseñanza bíblica el
reflejo de la vida de un cristiano, siendo el alfarero: Dios, el barro:
nosotros y la piedra o rueda que gira: la vida, primeramente Dios nos saco del
barro y escogió esa porción que eres tú y yo lo cual nos hace únicos, el Padre
de los cielos con sus propias manos comienza a moldear nuestra vida para
hacerla de manera agradable y acorde a sus principios y mandamientos, pero a
medida que va girando y tomando forma hay cosas que hacen que esa vasija (que
somos tu y yo) comience en algún momento presentar fallas. Cuando el barro es
moldeado, muchas veces en él se arrastran pedacitos de piedras, hojas o ramitas
que dificultan que se moldee conforme a lo que el alfarero quiere, esas
pequeñas virutas son los impedimentos que el mundo muchas veces coloca en
nuestra vida. Y que si se esconden dentro afectan nuestro ser. Las virutas
representan ira, tristeza, vicios, etc, ósea todo aquello que te deforma, que
te aparta de Dios, pero para continuar moldeando ese barro, esas virutas deben
ser retiradas de nosotros, pero ¿qué pasa si imaginamos que el barro cobre vida
y no permita que se retiren esas virutas? Estoy seguro que el alfarero aun
cuando quiere continuar dando forma se vería impedido porque dañarían sus
manos. Dios nos ama de una manera única y excepcional como ningún otro puede
llegar a amarnos, somos su creación tan grande de tal magnitud que aún los
ángeles no se comparan con nosotros, pero el amor y la manifestación de Dios se
verá reflejada en una persona solo si esta persona permite que ese amor entre
en su ser.
Una persona puede exigir mucho
amor pero si no permite que ese amor entre jamás podrá recibirlo, y no solo
aplica al amor de Dios sino también al amor de los representantes de Dios, sus
hijos, sus padres, sus hermanos. ¿Cómo darle amor a alguien que aún cuando lo
exige, no lo deja entrar? Dios ha querido darte lo mejor de él para ti, ha
querido moldearte una vida perfecta, ha querido bendecirte en cada cosa que le
has pedido conforme a su voluntad, pero a muchos no ha podido entregárselo
porque aún no han dejado que los moldee como el barro, sino que han querido
cobrar vida autosuficiente antes de que el alfarero termine su obra de arte.
Peor aún nos apoderamos de esas
virutas que dañan las manos del creador y cuando menciono daños me refiero a
las ofensas que hacemos y no soltamos porque solo miramos a nuestro yo y no a
los demás.
Debemos entender que ningún
barro toma su forma final sin antes no terminar con todo el proceso de
alfarería, este proceso comienza desde que se toma el barro, se le da la forma,
se quitan los excesos y residuos que podrían dañar la obra y una vez de esto se
ponga en el horno para que al final sea una hermosa vasija, un hermoso vaso,
una hermosa copa.
Dios quiere que tu vida y la
mía sea una vida llena de armonía, una vida llena de bendiciones, una vida
llena de paz, de victoria, una vida que rinda honor al nombre de Él, Dios
quiere que usted y yo lleguemos a tener una Vida Nueva, todas las
cosas viejas pasaron, todo viruta que me aparta de Dios la echamos fuera, todos
hoy declaramos que nos dejaremos moldear totalmente por las manos del creador.
Usted pasará un proceso de crecimiento, un proceso de formación pero tenga
seguro que una vez culminado ese proceso su victoria será absoluta, somos
llenos de la majestuosidad de Dios, somos llenos del Espíritu de Dios y es eso
lo que nosotros reflejamos.
Bendiciones de lo Alto.
JRFV